A Re.vista trabajo a partir de revistas del tipo dominical, cubro de negro las páginas de las mismas revistas y las reorganizo en una nueva, haciendo que cada revista sea única. Parece que al cubrirlas este tapando la imagen, pero esta sube para hacerse un sitio en la superficie. Estamos acostumbrados a que las imágenes de los medios nos invadan y eso modifica nuestro consumo y nuestra forma de mirar, de relacionarnos con el entorno mediático. Propongo prestar atención a algo que acaba se ser tachado. Pretendo, al cubrir de negro una imagen, dificultar la mirada, cambiar el consumo rápido ofreciendo una pausa al espectador. Cambiar el tiempo de lectura, ralentizar el tiempo en que estamos acostumbrados a consumir las imágenes es un ejercicio para la mirada. Poner dificultades en el acto de ver debería garantizar la mirada. Aquello que se ve sube a las alturas de la visibilidad, se hace superficie. Y más que poner en suspenso la visualidad, esta se subraya modificando el tiempo de un producto de consumo rápido (las revistas). Se trata de mostrar un espacio de consumo organizado y estructurado en términos de poder intervenido para darle nuevos significados a partir de re utilizar las imágenes. El negro, en este caso, no oculta sino que desvela, trae a la luz lo que de otra forma hubiera quedado en la oscuridad. Pone en evidencia la propia imagen que en su característica de visible, está condenada a desaparecer. El tachado parece que decreta la muerte de las imágenes pero en realidad las rescata de su inevitable destino, la desaparición. Lo que podría considerarse como un acto de borrado se convierte en un proceso de sublimación.
