Acción-re-ak-ción, nos propone reflexionar sobre la violencia, el poder de la imagen y la transformación del lenguaje visual a través de una instalación en la que se deconstruye el mensaje mediático . La obra está compuesta hojas de revista pintadas de negro. Estas hojas, que una vez fueron parte de una narrativa visual, han sido transformados a través de capas de pintura negra que ocultan gran parte de la imagen original, dejando ver sólo destellos de lo que una vez fue. La técnica de cubrir con pintura negra evoca un proceso de censura o silenciación, pero a la vez de sublimación. Lo que la pintura ha intentado cubrir, la imagen, emerge como otra. Lo que alguna vez fueron mensajes mediáticos ahora aparecen descontextualizados, ofreciendo nuevos significados que el espectador puede descubrir en los espacios en los que la imagen emerge de la pintura. Al lado, una escultura hecha completamente de papel de revistas, en forma de AK-47, descansa apoyada en la pared, acompañada de unas cuantas balas hechas del mismo material. Esta reproducción en papel, un material frágil y efímero, contrasta con la dureza y letalidad del arma que representa. La elección del papel como medio sugiere la transitoriedad de la violencia, y quizás, su eventual desintegración o transformación a través de la acción humana. “Acción-re-ak-ción” juega con el doble sentido de su título. Por un lado, la palabra “acción” hace referencia a la violencia representada, mientras que “re-ak-ción” resalta la respuesta que cada espectador tiene frente a esa representación. La intervención sobre el material mediático y la creación de una réplica de papel de un arma son, en sí mismas, actos de protesta que invitan al diálogo y la reflexión sobre el poder, la violencia y la responsabilidad de interpretar el significa do que nos rodea.