FINAL FELIZ.
Instalación.
Medidas variables compuesta de: 2 colchones 90x200cm. Sábanas bajeras blancas bordadas con hilo blanco. Una con el texto: esto es el puto cielo. La otra con el dibujo de un satisfyer.
Fotografía enmarcada 40x50cm.
Año 2021
“Los dispositivos de biocontrol ya no funcionan a través de la represión sino a través de la incitación al consumo y a la producción constante de un placer regulado y cuantificable. Cuanto más consumimos y más sanos estamos, mejor somos controlados.” P. Preciado Final feliz es una pieza sobre el poder, el neocapitalismo, el consumo, la Felicidad… En definitiva; sobre el deseo y su control. El poder hoy ya no quiere suprimir el deseo, sino controlarlo. El neoliberalismo no solo normaliza el placer y el deseo, sino que el sujeto es empujado hacia él, en pro del bienestar físico y emocional. El poder ya no se impone, es descentralizado, reticular, diluido. Penetra al sujeto. Entra sin ser visto y al salir del cuerpo lo hace como propio, naturalizado. El capitalismo ordena y normaliza el comportamiento de los sujetos con la intención de crear una trama capaz de controlar cada aspecto de su cotidianidad. De manera diluida y normalizada el neoliberalismo entra sin ser percibido, impregna las sábanas en las que dormimos, nos cuelga cuadros vendidos a granel. Se cuela en nuestra intimidad para formar parte de ella sin ser visto. Se trata de generar una idea y hacerla circular hasta que salga del cuerpo como propia, ya no como una imposición sino como un derecho. Como el derecho al cuerpo, a la vida, a salud, a la felicidad... al placer, y al deseo. La oferta de bienestar de cuerpo/mente se extiende por cada rincón de nuestra vida privada: recetas de comida healthy, en los cursos de mindfulness, en los spas. Todo accesible mediante un simple clic a través de Internet. Y como no, el hit de ventas online: el satisfyer. La pieza convierte al satisfyer en un símbolo. A través de él, la pieza refleja como el poder fluye en los discursos que se tejen alrededor del deseo, nuestro reclamo a su acceso y su inserción en nuestra cotidianidad. Placer, rapidez, eficacia, consumo, felicidad.... El puto cielo.